martes, 26 de febrero de 2013

CUPCAKES DE OVEJA...¡mis favoritas!

Como ya os he dicho estas cupcakes son mis favoritas en lo que a presencia se refiere, no he conocido a nadie que no le hayan encantado, son adorables. Si Carmen Sevilla las pillara las adoptaría seguro ;-). Ay, las ovejitas...


Son muy fáciles de hacer aunque para hacer la cabeza no se usan moldes por lo que el resultado dependerá de la maña que tenga cada uno modelando pero voy a intentar simplificarlo todo lo que pueda.

INGREDIENTES:

Cupcakes de vainilla (pueden ser de otro sabor pero os recomiendo que sean de un color lo más claro posible). (ver receta aquí)
Fluff- es un bote como el de la nutella pero de una pasta blanca hecha de marshmallows (nubes) que podéis encontrar en tiendas de repostería físicas u online o en tiendas de productos americanos.
Marshmallows blancos pequeñitos (son nubes blancas pequeñitas que en otros países utilizan para poner una nube sobre el chocolate caliente o en el café) y los podréis encontrar en las mismas tiendas que el fluff. En las fotos del paso a paso podéis ver cómo son.
Para la cabeza:
Fondant blanco
Tinta comestible color piel  

INSTRUCCIONES:

Empezaré preparando la cabeza. Me váis a perdonar pero de esta parte no tengo fotos paso a paso, así que vamos a intentar aclararnos con la explicación y viendo las fotos del resultado.
1.- Cortamos una bola de fondant blanco del tamaño de una moneda de 1€ más o menos. Con la ayuda de un palillo añadimos una gota de tinta color piel y amasamos para que el color sea uniforme. Si queremos un tono más oscuro añadimos otro poquito y repetimos.
2.- Cuando tengamos el tono deseado le damos forma redonda. La ponemos sobre la mesa y con cuidado presionamos con un dedo para aplastar ligeramente media cara, que será la zona donde irán los ojos de nuestra oveja. De esta forma resaltará más la parte del morro ¿Cómo váis?
3.- Con ayuda de un cuchillo o similar hacemos un corte a cada lado de la cabeza donde van las orejas y las moldeamos con cuidado para no cortarlas del todo.
4.- En la zona de los ojos pegamos dos bolitas blancas pequeñitas como las de la foto. Para pegarlas bastará con mojar un poquito el fondant.
5.- Por último con la ayuda de un palillo limpio hacemos dos agujeritos en el centro del morro que serán la nariz.

Una vez que tenemos la cabeza preparada la dejamos secando sobre una superficie lisa mientras hacemos el cuerpo de nuestra oveja. 




1.- Con una espátula de untar mantequilla o similar ponemos una capa de Fluff sobre nuestra cupcake. Es importante que la capa sea fina porque si nos pasamos hará el efecto de la lava del volcán arrastrando todo con él.
2.- Pegamos la cabeza en la posición que aparece en la foto. El propio Fluff hace de pegamento.
3.- Pegamos los Marshmallows alrededor de la cabeza como aparece en las fotos (fijaos que la posición de los laterales es diferente para simular las patas) y después por el resto del cuerpo. 
Y voilá!... ¿a que da pena comérselas?


Espero que os haya resultado fácil seguir este paso a paso, si necesitáis alguna aclaración no dudéis en decírmelo.
¡Gracias a todos por seguir ahí!  
 
  

CUPCAKES DE VAINILLA


Probablemente ésta debería haber sido mi primera receta sobre cupcakes ya que son los más básicos. Van bien con prácticamente todos los sabores y admiten todos los ingredientes extra que queramos: pepitas de chocolate, una cucharadita de cacao, un relleno de mermelada… en fin, que solas o acompañadas están buenísimas. Además serán la base para distintas decoraciones tanto en crema como fondant.



INGREDIENTES:

100 gr. azúcar

100 gr. mantequilla sin sal a temperatura ambiente

2 huevos

1 y ½ cucharaditas de extracto de vainilla

2 cucharaditas de azúcar avainillado (opcional)

100 gr. harina

1 cucharadita de levadura química tipo Royal

2 cucharaditas de leche


INSTRUCCIONES:

1.- Precalentar el horno a 180ºC (160ºC si es con ventilador) y tamizar la harina para tenerla preparada.

2.- En un bol batimos la mantequilla a temperatura ambiente (no valen atajos como microondas, tendrás que sacarla del frigorífico unas horitas antes de utilizarla) junto con el azúcar hasta conseguir una crema suave y blanquecina.

3.- Añadir los huevos previamente batidos junto con el extracto de vainilla y por último el azúcar avainillado. Podéis usar sólo el extracto o sólo el azúcar avainillado pero a mí personalmente me gusta con los dos porque el toque que aportan cada uno es diferente.

4.- Añadimos la harina que hemos tamizado previamente junto con la levadura. Mejor si la añadimos poco a poco.

5.- Por último incorporamos la leche mientras continuamos batiendo hasta obtener una masa homogénea.
6.- Repartimos la mezcla en los moldes que vayamos a utilizar. Como siempre, si tenéis una bandeja de cupcakes para el horno mejor para ayudar a que la forma sea más homogénea y no se ensanchen demasiado durante la cocción.

7.- Horneamos unos 18-20 min. El tiempo es orientativo, si llegado ese tiempo están ya doradas entonces abrimos el horno y comprobamos pinchando con un palillo en el centro de una cupcake y si sale limpio estarán listas.
Cuando las saquemos del horno habrá que esperar 5 minutos para no romperlas antes de tocarlas y entonces las tendremos que pasar a una rejilla para que se enfríen bien ventiladas y no haya problemas de que se despeguen las cápsulas.

jueves, 21 de febrero de 2013

FROSTING DE QUESO



INGREDIENTES

250 gr. nata para montar (para intolerantes a la lactosa: nata para montar Kaiku)

250 gr. de queso tipo Philadelphia (para intolerantes a la lactosa: queso de untar sin lactosa de Arla) (no vale light)

150 gr. azúcar glas



INSTRUCCIONES

Por una parte hay que batir la nata montada en un bol hasta que esté perfectamente montada y la reservamos. La nata se monta mejor cuanto más fría esté así que no la saquéis del frigorífico con mucha antelación y cuando la tengáis montada mantenedla en frío hasta que la necesitéis.

A continuación en otro bol mezclamos con la batidora de varillas el queso de untar y el azúcar glas hasta obtener una pasta uniforme y consistente. El azúcar glas se puede hacer en casa moliendo azúcar normal con un molinillo de café pero tened cuidado si tenéis tentaciones de hacerlo con la batidora de mano ya que no sería el primer motor que pasa a mejor vida con este experimento (os lo digo yo). Yo utilizo la de Hacendado, la marca de Mercadona, ya que en relación calidad precio es la mejor que he encontrado hasta el momento.

Una vez que el queso y el azúcar glas están integrados añadimos la nata previamente montada con una espátula, a mano, haciendo movimientos envolventes hasta que se mezcle todo perfectamente. Veréis que pasa a ser todo de un mismo color y no se podrán ver zonas más amarillas o más blancas. Hay quien hace este proceso con batidora y les da buen resultado pero como yo me acostumbré a hacerla así y me ha ido bien… ya sabéis, soy animal de costumbres ;-)

En este momento la crema estará lista para ser usada tanto para rellenar tartas o pasteles como para cubrirlos o para decorar cupcakes.
Se puede aplicar con una espátula o con una manga pastelera. Si no tenéis manga pastelera pero os gustaría hacerlo con un efecto de boquilla redonda podéis utilizar una bolsa de bocadillos o de congelados cortando una esquina (cuidado con no pasaros al cortar que es mejor tener que cortar varias veces hasta conseguir la anchura deseada que pasarnos y no poder aprovechar la bolsa) y presionando de forma firme y constante mientras movéis la bolsa para darle la forma deseada a la crema.

CUPCAKES DE GUINNESS

Esta receta la hice especialmente para la despedida de mi amigo Felipe. Había oído hablar maravillas de la tarta de Guinness y cada vez veía más fotos de estas cupcakes en Pinterest así que tenía ganas de hacerlas y como Felipe es muy pro-taberna irlandesa (;-)) pues su despedida fue la excusa perfecta para probarlas. Tampoco es que haya que insistirme mucho tratándose de temas irlandeses y dulces, la verdad. Utilicé la receta de www.cocinillas.es y el resultado fue muy bueno así que os animo a probarlas.




INGREDIENTES:
Para 24 unidades (aprox.)


250 ml. Cerveza Guinness

250 g mantequilla sin sal a temperatura ambiente

250 gr  harina de repostería

400 gr. azúcar

80 gr cacao en polvo sin azúcar (yo uso Valor)

4 cucharaditas de levadura tipo Royal

1 cucharadita de bicarbonato sódico

140 gr de nata líquida para montar

2 huevos

1 cucharadita de extracto de vainilla

HORNO: 180ºC. 15 Min.



INSTRUCCIONES:

1.- Lo primero es mezclar en un cazo la cerveza y la mantequilla y ponerlo a fuego bajo hasta conseguir que se integren. Retiramos y dejamos que se vaya enfriando mientras seguimos con la receta. Encendemos el horno a 180ºC para que se vaya calentando.



2.- En un bol tamizamos la harina de repostería y le añadimos el resto de ingredientes secos: el azúcar, el cacao en polvo, la levadura y el bicarbonato.

3.- En el bol de la batidora ( o en el que vayáis a batir toda la mezcla) ponemos la nata líquida (sin montar) junto con los huevos y la cucharadita de extracto de vainilla y batimos, preferiblemente con una batidora eléctrica de varillas, es mucho más rápido y menos cansado que hacerlo a mano y además la necesitaremos para hacer las cremas de las decoraciones en este tipo de repostería así que si no tenéis estad atentos a las promociones del Lidl porque tienen una sencillita pero que está muy bien para esto por menos de 15€ y si no, en cualquier tienda de electrodomésticos hay un montón de marcas y modelos entre esa y la Kitchen Aid (la reina de las batidoras, 500€ aprox.).

Cuando esté todo bien integrado en el bol de la batidora añadimos nuestra mezcla del paso 1 (la cerveza y la mantequilla) y seguimos batiendo.

Después añadimos nuestra mezcla de ingredientes secos del paso 2 poco a poco y batimos hasta que no queden grumos y se hayan integrado bien todos los ingredientes. El resultado será una masa mucho más líquida que la que se obtiene con otras recetas de cupcakes por lo que habrá que ser especialmente cuidadosos con los papelitos o moldes de magdalenas a usar y con el proceso de llenado para no poner toda la cocina perdida de masa.



Lo ideal es usar moldes consistentes como los de silicona, los de papel de plata que venden como flaneras individuales, los de papel blanco que se llevan ahora que tienen el borde superior rígido… y si usáis moldes de papel utilizad unos con la mayor calidad posible y a poder ser en una bandeja para cupcakes que os ayudará  a mantenerlos a raya en el horno.

Una  vez que tenemos preparados los moldes los rellenamos con cuidado hasta 2/3 de la capacidad total porque si los llenáis hasta arriba rebosarán en el horno, no olvidéis que crecerán un poco.

Y ha llegado el momento de meterlas en el horno. Cada horno es un mundo por lo que la temperatura y el tiempo de las recetas debe ser un dato para orientarnos pero cada uno debe de adaptarlo a su propio horno. En principio la recomendación para esta receta es hornear unos 15 min. a 180ºC.

En mi horno por ejemplo puedo seleccionar que caliente por arriba y por abajo sin ventilador pero si el vuestro os obliga a utilizar el ventilador probablemente tendréis que bajar un poco la temperatura del horno. En general la mejor zona para colocar la bandeja es la zona baja del horno pero sin pegarla del todo al fondo.

Vigilad las cupcakes intentando no abrir el horno hasta el final, cuando se haya cumplido aproximadamente el plazo de 15 minutos y veáis que por la pinta ya están hechas, abrid el horno con cuidado y con un palillo o aguja pinchad el centro y si sale limpio es que ya está, si todavía se mancha con la masa blandita tendréis que dejarlas un poco más.

Cuando estén listas sacad la bandeja del horno con mucho cuidado de no quemaros y dejadla a temperatura ambiente 5 min. tras los cuáles debéis sacar con cuidado las cupcakes para pasarlas a una rejilla hasta que se enfríen por completo, si no lo hacéis la condensación hará que los papelitos se separen del cupcake o se transparenten y se reblandezcan en el fondo.


Una vez que estén totalmente frías estarán listas para decorar. En esta ocasión les he puesto un frosting de queso riquísimo (VER RECETA) pero podéis utilizar la cobertura que más os guste. Tened en cuenta que el sabor de estas cupcakes tira a chocolate así que elegid un sabor que le pegue.

Un truco que he aprendido de la gran Alma Obregón de Objetivo Cupcake Perfecto, es que si no vais a consumir las cupcakes en el día, podéis “almibararlas” como se hace con los bizcochos de las tartas, haciendo unos agujeritos con un palillo para ayudar a que se filtre el almíbar (VER RECETA AQUÍ).

Otra cosa que hay que decir es que para conservar las cupcakes no es necesario refrigerarlas, de hecho es mejor si se mantienen en un lugar fresco y seco pero envasado sin que les dé el aire para evitar que se sequen, como haríais con unas magdalenas normales. Si para la cobertura utilizáis algo que requiera refrigeración entonces la cosa cambia pero la mayoría de las coberturas no lo necesitan.
Y dicho esto, espero que disfrutéis de vuestras cupcakes.

ALMIBAR



El almíbar se utiliza en repostería para hacer más jugosos los bizcochos de las tartas aunque se pueden utilizar también para mantener jugosos más tiempo otros dulces como por ejemplo las cupcakes.



No hay una única receta de almíbar, especialmente si hablamos de tartas ya que aquí el almíbar nos puede servir no sólo para aportar jugosidad al bizcocho sino para darle un toque de sabor y para ello podemos utilizar esencias, frutas, licores… etc.

Como receta básica yo utilizo la siguiente:


INGREDIENTES

200 ml agua

200 gr. azúcar

1 cucharadita de extracto de vainilla


INSTRUCCIONES

Ponemos todos los ingredientes juntos en un cazo a fuego medio y removemos con una cuchara de madera (o similar) hasta que veamos que el azúcar ha desaparecido como tal y el conjunto se ha espesado un poco (entre 5 y 10 min.). Tampoco lo espeséis en exceso ya que al enfriar seguirá espesándose y nos interesa que se mantenga líquido para que se pueda colar bien entre las migas del bizcocho.

Una vez templado ya lo podemos utilizar para “emborrachar” nuestro bizcocho. Si os sobra lo podéis guardar en un recipiente de plástico o cristal en la nevera y os aguantará varios días sin problema. Si lo que vais a almibarar es el bizcocho de una tarta esta cantidad es ideal para un bizcocho de unos 18 cm o similar, no debería sobraros nada. Los bizcochos cuanto más jugosos mejor.
Otras versiones que a mí personalmente me gustan mucho son las que añaden un poco de ron moreno o algún licor tipo Amaretto. Otra cosa que también le da un toque especial sin alcohol es el café. Un par de cucharaditas de café espresso le dan un puntito muy interesante. Incluso un poco de canela, unas cáscaras de naranja (que luego se retiran del almíbar antes de utilizarlo), etc. Eso sí, intenta que todos los ingredientes que utilices estén coordinados entre sí y recuerda que el almíbar no debe ser el protagonista así que todo en su justa medida, sin excesos.