viernes, 26 de abril de 2013

CUPCAKES DE CIRUELAS ROJAS Y CHOCOLATE BLANCO

Como últimamente me ha dado un ataque de pseudo-responsabilidad con la comida me he hecho el propósito de comer fruta y por eso había comprado 4 ciruelas rojas que en el supermercado me parecía que me las iba a poder comer sin problema pero… 

me comí una y las otras tres, pobrecillas, tenían un destino muy negro y no están los tiempos para tirar nada así que me propuse utilizarlas y así empecé a buscar recetas por la web hasta que dí con la de "cupcakes a diario" y me decidí. Eso sí, la he variado un poco porque yo tenía más ciruelas de las que se necesitaban así que hice también una crema tipo mermelada para rellenar las cupcakes. También he utilizado otra buttercream y he alterado las cantidades porque con su receta salían 9.


Y, he aquí los milagros de la química que transforman esas insulsas ciruelillas sin apenas calorías en estas maravillas para la vista y el paladar:


He de decir que las ciruelas más que sabor lo que aportan es esponjosidad a la masa y con la crema de ciruelas con un toque de limón se consigue un contraste con el chocolate blanco que mmm…, mejor lo probáis y me contáis.


INGREDIENTES:

PARA LAS CUPCAKES (12 unidades):

  • 3 ciruelas rojas (para las cupcakes usaremos sólo parte del puré y reservaremos el resto del jugo para la mermelada)
  • 2 huevos M
  • 80 gr. de azúcar moreno
  • 80 gr. de margarina de maíz (yo usé ARTUA)
  • 1/3 de cucharadita de azúcar avainillada o vainilla en polvo
  • 80 gr. de harina de repostería
  • 2/3 cucharadita de bicarbonato de soda
  • 1/3 cucharadita de levadura química tipo Royal
  • 95 gr. de chips de chocolate blanco (podéis comprarlos o hacerlos a partir de una tableta de chocolate blanco de postres)
 
PARA LA CREMA DE CIRUELAS DEL RELLENO:

  • El jugo de las 3 ciruelas rojas que hemos usado para las cupcakes
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 chorrito de limón
  • 30 gr. de mantequilla (opcional)

PARA LA BUTTERCREAM DE CIRUELAS ROJAS Y CHOCOLATE BLANCO:

  • 150 gr. mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 150 gr. icing sugar o azúcar glas
  • 85 gr. chocolate blanco para postres
  • 1 cucharada de puré de ciruelas rojas
  • 1 gotita de tinte comestible (opcional): yo usé el Red Christmas de Sugarflair.

INSTRUCCIONES:

Empezaremos preparando el puré de ciruelas y la mermelada:

  • PURÉ DE CIRUELAS ROJAS

-    Pelamos y deshuesamos las ciruelas

-  Las colocamos en un recipiente apto para la batidora eléctrica y las trituramos.

-  Con la ayuda de un colador y una cuchara filtramos la mezcla para obtener por un lado la parte más espesa de la pulpa de la fruta (lo que se queda en el colador, aprox. 4 cucharadas) y un buen vaso de jugo espeso pero no tanto como lo anterior.

-  El puré más espeso lo utilizaremos en parte para las cupcakes pero reservaremos una cucharada para la buttercream.

-  El jugo lo utilizaremos para hacer la mermelada tal y como indico a continuación:
  • MERMELADA DE CIRUELAS ROJAS

-  Colocamos en un cazo al fuego el jugo de ciruela con el azúcar y el chorrito de limón y a fuego medio y removiendo frecuentemente con una cuchara de madera lo vamos dejando que se reduzca hasta obtener una textura similar a la mermelada pero algo más líquida (entre 30 y 45 min.). En mi caso, a la mitad del tiempo le añadí un poco de mantequilla para conseguir una textura más suave pero no es necesario. Si hacéis la mermelada con idea de conservarla mucho tiempo mejor no le pongáis la mantequilla.

-   Una vez hecha la pasáis a un bote de cristal y la dejáis enfriar.


PARA LAS CUPCAKES:

1.- Precalentar el horno a 180ºC. Tamizar la harina en un bol junto con la levadura, el bicarbonato y la vainilla o azúcar avainillada y reservar.

2.- En un bol grande mezclamos la margarina con el azúcar y batimos con la batidora de varillas hasta que se haga una mezcla homogénea y blanquecina. No esperéis que tome tanto cuerpo como con la mantequilla.

3.- Añadimos los huevos a la mezcla anterior y seguimos batiendo hasta integrarlos.

4.- Añadimos ahora la mitad de los ingredientes secos que habíamos tamizado al inicio (harina, levadura, etc) y seguimos batiendo.

5.- Incorporamos ahora el puré de ciruelas.

6.- Mientras batimos añadimos el resto de los ingredientes secos (harina…).

7.- Pasamos nuestros chips de chocolate blanco ligeramente por harina para evitar que se vayan al fondo. Este truco de “Cupcakes a diario” no lo conocía y me ha encantado.

8.- Rellenar con la mezcla las cápsulas de papel (o silicona) colocadas en la bandeja del horno sin sobrepasar los 2/3 de su capacidad y meter al horno.

9.- Hornear durante 15-20 min. Cuando ya estén en su punto de cocción (comprobadlo con un palillo) sacamos la bandeja del horno y después de unos minutos con cuidado pasamos las cupcakes a una rejilla para que se acaben de enfriar.



EL RELLENO:

1.- Con la ayuda de un descorazonador de manzanas o un cuchillo de punta vaciamos el centro de cada cupcake (sin llegar hasta el fondo). Se debe meter el descorazonador en vertical y girarlo para poder hacer el corte limpio, luego tiramos hacia fuera.

2.- Rellenamos el agujero con un poquito de mermelada de ciruelas y tapamos con parte del trozo que hemos extraído antes, el resto nos lo podemos comer ;-)

NOTA: Como yo había hecho la buttercream de chocolate blanco antes de montar cada cupcake tenía un poquito de chocolate blanco fundido que me había sobrado y que aproveché para poner dentro de cada cupcake justo antes de la mermelada. El contraste es brutaaaaal!


LA BUTTERCREAM DE CIRUELAS ROJAS Y CHOCOLATE BLANCO:

1.- En un bol de cristal apto para microondas colocamos el chocolate blanco troceado y lo calentamos a intervalos de, como máximo, medio minuto a potencia media y lo sacamos para remover cada vez hasta que esté fundido. Lo reservamos para que se enfríe antes de unirlo al resto de ingredientes ya que si no derretiría la mantequilla.

2.- Ponemos en un bol la mantequilla con el icing sugar o el azúcar glas en su defecto. Batimos con la batidora de varillas un minuto a velocidad baja.

3.- Añadimos una cucharada del puré de ciruelas rojas y batimos hasta integrarlo.

4.- Una vez que el chocolate fundido ya está frío (a temperatura ambiente) se lo añadimos a la mezcla y batimos hasta tener una mezcla uniforme.

5.- Si queréis cambiar el color de la mezcla podéis añadir en este momento una gota de colorante alimentario. Yo utilicé un poquito de red christmas de Sugarflair. No soy muy amiga de los colorantes pero había hecho unas chocolatinas de chocolate blanco que sobre el color original de la buttercream no destacaban nada así que me autoconvencí de que por una gotita no pasaba nada…

6.- Una vez que tenéis la buttercream uniforme, preparamos la manga pastelera y la llenamos de  buttercream hasta ¾ de su capacidad más o menos. Acabo de caer en la cuenta de que siempre he dado por hecho que todo el mundo sabe cómo preparar la manga pastelera y a lo mejor alguien necesita una explicación más detallada así que os la voy a preparar y la podréis ver pinchando AQUÍ.


7.- Con una espátula ponemos una capa de buttercream sobre cada cupcake de forma que quede bien lisita (siempre desde el centro hacia el exterior para que se ajuste a los bordes de la cápsula)


y sobre esta capa ya podemos decorar con nuestra manga pastelera al gusto y, si queréis, añadir algún topper como mis minitabletitas de chocolate blanco.


¿Seguís por ahí o ya os habéis ido a por los ingredientes? Vooolveeeed proooontoooo!

jueves, 25 de abril de 2013

CÓMO PREPARAR LA MANGA PASTELERA



Desde pequeña siempre me han dicho que "nadie nace aprendido", expresión que por otra parte siempre me ha sonado mal, pero creo que todos sabemos lo que quiere decir. A mí personalmente me han ayudado mucho en este mundillo reposteril los pequeños truquitos que he ido aprendiendo más allá de las recetas. Son cosas muy simples pero siempre hay alguien que puede estar empezando y a quien le puede venir bien conocer estas cositas básicas desde cero así que os he preparado un paso a paso para compartir con vosotros cómo se prepara una manga pastelera desechable para poder aplicar nuestras cremas sobre las tartas o cupcakes. Espero que os sirva de ayuda.
 

1.- Introducimos en una manga desechable la boquilla que vayamos a utilizar y la llevamos hasta la punta.
2.- Con un cuchillo hacemos un corte en la manga a la mitad de la boquilla más o menos.
3.- Tiramos de la punta de la manga pastelera para que se separe por donde hemos cortado y desechamos la punta.
4.- Para facilitarnos el llenado de la manga la podemos colocar en el interior de un recipiente alto. El vaso de la batidora es perfecto por la anchura. Tened en cuenta que debéis dejar fuera de los bordes un cuarto más o menos de la longitud total de la manga para no mancharos después.
5.- Con una espátula vamos llenando con cuidado la manga con nuestra crema presionando para asegurarnos de llevarla hasta el fondo o se nos llenará enseguida con muy poca cantidad.
6.- Cuando tengamos la manga hasta casi el límite del recipiente será el momento de sacarla con cuidado. Para ello subiremos primero los bordes que están doblados alrededor del vaso y los cerramos presionando para que toda la crema baje hasta el fondo sin que se queden bolsas de aire.
7.- Ya tendréis la manga lista para usar. Si lo preferís podéis cerrar el extremo superior con una pinza de cerrar bolsas de congelados por ejemplo.

miércoles, 24 de abril de 2013

Antes de ir a NY conviene saber...

Nueva York o New York, en inglés. Anyway: “La ciudad”. Mi ciudad. Porque cada uno nace en un lugar y quizás esa ciudad o pueblo nos encante pero cuando tenemos la oportunidad de conocer otros lugares existe la posibilidad de encontrar ese lugar especial que nos impacte y que sea una especie de ciudad adoptiva, o al contrario, porque en realidad somos nosotros los que la adoptamos. Sea como sea, uno se puede enamorar de un lugar y a mí me pasó. Como tantas personas en el mundo: ¡I Nueva York!

Vistas desde el Empire State Building hacia el Madison Square Garden

Todavía recuerdo la primera vez que llegué a Nueva York y las vistas desde el coche que nos recogió en el aeropuerto a medida que nos acercábamos a Manhattan. Era como aterrizar en una película de las que habíamos visto tantas veces.

Lo primero que te llama la atención es la cantidad de luces que invaden la ciudad, el tamaño de los coches, el tamaño de los edificios con esas plantas bajas y portales a doble altura que en ocasiones hasta tienen estatuas e incluso cascadas decorando esas espectaculares zonas comunes. Todo depende, claro, de la zona en la que estés. En este caso hablo de lo que veía alrededor del Waldorf Astoria, el hotel en el que me alojaba en mi primera visita (por cortesía de mi cuñada), ubicado en el 301 de Park Avenue, una de las zonas más lujosas de Manhattan. Hotel que, por cierto, no recomiendo si no tenéis nociones de inglés ya que, al menos en aquella época, sólo tenían un empleado hispano hablante (y de aquella manera) que lógicamente no estaba siempre allí. Claro que os hablo de finales de 2005 y a lo mejor eso ha cambiado. Eso sí, os alojéis donde os alojéis os recomiendo visitar el hall de este hotel, es precioso. Os dejo el link a su web para que podáis ver de lo que hablo: http://www.waldorfnewyork.com/Spanish/. Además está muy cerca del edificio Chrysler y de la Grand Central Station así que podéis aprovechar el viaje hasta allí.

Cada detalle trae a tu memoria alguna escena que has visto antes en el cine: los carritos de perritos calientes (hot dogs) en cada esquina, los carteles de Broadway, las luces y anuncios de Times Square, el Empire State Building con sus luces cambiantes, el edificio de la Chrysler, la Grand Central Station, Central Park…

Además la mezcla de personas de diferentes razas y culturas perfectamente integradas, sintiéndose todos habitantes de la ciudad, con ese sentimiento patriótico que les une por encima de todas las diferencias que les separan, que también las hay, es algo que me llamó poderosamente la atención. Es uno de los principales rasgos que creo que son admirables de la cultura neoyorquina: esa apertura a lo diferente, a lo desconocido. Y digo cultura neoyorquina y no cultura americana porque, según me han contado, Nueva York es una ciudad poco representativa de la cultura americana precisamente por esa mezcla, por ese ir y venir de personas de todo el mundo, es una ciudad más “open minded” (abierta de mente) que el resto de los Estados Unidos.

La primera vez que visité NY no sabía nada de la ciudad salvo lo que había visto en las películas pero no me había molestado en leer nada, no distinguía Nueva York de Manhattan, y descubrí que la ciudad que en principio parece tan grande es realmente fácil de recorrer por lo sencillo de su sistema de nombrar (o numerar) las calles y lo bien comunicado que está todo con transporte público. Por si alguien está pensando hacer su primera visita a mi ciudad (bueno, vaaale, nuestra ciudad) os voy a dejar alguna información que os puede interesar.

1.- NUEVA YORK no es sólo Manhattan.

La mayor parte de las veces la gente se refiere a Manhattan como Nueva York pero lo cierto es que es inexacto. Los turistas normalmente vamos a Manhattan, uno de los 5 barrios que forman la gran ciudad de Nueva York: Manhattan, Queens, Brooklyn, Bronx y Staten Island

Imagen de www.nyctourist.com


2.- Manhattan es una especie de península rodeada por agua por todas sus caras menos por la norte que linda con el Bronx (ver imagen arriba). Manhattan tiene una extensión de 21,5 Km de largo por 3,7 Km de ancho por lo que es posible recorrérsela andando en varios días.

3.- El sistema con el que se da nombre a las calles es muy curioso y facilita mucho saber dónde estás en cada momento salvo que te vayas al sur o a los extremos donde se utilizan nombres normales para las calles como en el resto del mundo. Pero la mayor superficie de Manhattan  está ocupada por avenidas y calles numeradas.

AVENIDAS: son 12 numeradas y 3 con nombre que empiezan en el Este hasta el Oeste en sentido longitudinal y son:

1ª Avenida (1st Avenue), 2ª Avenida (2nd Avenue), 3ª Avenida (3rd Avenue), 4ª Avenida: es tan pequeña que se suele obviar. (4th Avenue), Lexington Ave., Park Ave., Madison Ave.

5ª Avenida (5th Avenue): es la más conocida por las tiendas y además es la central que divide Manhattan en dos mitades, la este y la oeste.

6ª Avenida o Avenida de las Américas (6th Avenue or Americas Ave.), 7ª Avenida (7th Avenue), 8ª Avenida (8th Avenue), 9ª Avenida o Avenida de los restaurantes (9th Avenue), 10ª Avenida (10th Avenue), 11ª Avenida (11th Avenue) y 12ª Avenida (12th Avenue)

Todas ellas son avenidas rectas paralelas entre sí. La única calle longitudinal que atraviesa Manhattan en diagonal es Broadway, la famosa calle que aloja los teatros más conocidos y que recorre Manhattan de noroeste a sureste con una distancia de 33 Km. En Broadway a la altura de la 7ª Avenida está el centro turístico del mundo “Times Square”, entre las calles 42 y 47.



Cuando yo visité NY por primera vez el tráfico todavía atravesaba Times Square pero desde hace ya unos años es una zona prácticamente peatonal y han instalado una escalinata para turistas sobre las oficinas de TKTS, un lugar donde venden entradas para los teatros de Broadway y donde comprando en el día puedes conseguir descuentos muy interesantes. Dependiendo de la época del año te puedes encontrar con largas colas así que para no arriesgarte a quedarte sin tu entrada te recomiendo ir a la otra oficina de TKTS en South Street Seaport, al sureste de la ciudad, concretamente en: Front St. Está muy cerca del muelle de South Street Seaport y del distrito financiero, a tan sólo una manzana de Abercrombie & Fitch, otra joya para los amantes de esta marca que en esta tienda no tendrán que aguantar las colas de la tienda de la 5ª Avenida, aunque tampoco tendrán el espectáculo de los jovencísimos modelos con poca ropa que suelen estar en la entrada haciéndose fotos con los clientes. A mí personalmente me interesa más huir de las aglomeraciones pero para gustos…

Las CALLES de Manhattan atraviesan la ciudad transversalmente, o a lo ancho para entendernos mejor. Dependiendo de  si están a la izquierda o a la derecha de la quinta avenida, las direcciones comenzarán por W (west: oeste) o E (East: este) y a continuación el nombre de la calle. P.ej. la dirección del restaurante Rue 57, uno de mis favoritos, está en la “60 W 57th Street” lo que significa que está en el número 60 de la calle 57 al oeste de la quinta avenida. Concretamente en el cruce entre la calle 57 y la 6ª Avenida, os recomiendo ir si os gusta el sushi y sobre todo por sus miniburguers de carne de kobe, buenísimas.

4.- Otra de las cosas importantes a tener en cuenta es el tema de las PROPINAS (Tips) ya que en España estamos acostumbrados a que el precio en los restaurantes sea precio final. En EEUU los servicios se pagan aparte, el precio que vemos en la carta es el precio del producto pero no incluye el servicio de los camareros, cuyo sueldo dependerá en gran medida de las propinas. Lo normal es no dejar menos de un 15% ya que se entendería que estaríamos descontentos con el servicio recibido. Los americanos tienen un truco para calcular la propina más fácilmente y es multiplicar por 2 el importe del impuesto en el ticket (tax) que es de un 9 y pico por ciento, si no recuerdo mal.

En algunas ocasiones nos traerán el ticket a la mesa donde veremos una línea en blanco para rellenar a mano la “tip” o propina y sumada a los otros conceptos nos la cargarán en cuenta si pagamos con tarjeta.

No sólo se debe dejar propina en los restaurantes, también en los bares, taxis, peluquerías, etc. Por norma general siempre que se nos esté prestando un servicio.

5.- TRANSPORTE:

Subway (metro): La compañía del metro es la MTA. Es un sistema rápido y económico de atravesar casi la totalidad de la ciudad. Los trenes son algo antiguos, como en las películas y si te detienes a mirar las vías, en la mayoría de las estaciones podrás ver cómo las ratas se mueven a sus anchas por las vías.

Lo único que debéis tener en cuenta antes de subiros a un metro es comprobar si es express porque en ese caso no parará en todas las estaciones de la línea.

Dependiendo del tiempo que vayáis a estar en NY os puede interesar compraros un bono u otro. La metrocard es una tarjeta amarilla recargable que cuesta 30$ una semana en la versión que llaman 7-Day Unlimited Pass ó 112$ para todo el mes. El billete sencillo (single ride) cuesta 2,75$.

La ventaja de la metrocard para 30 días es que si pagas con tarjeta o pides un recibo de compra y lo  conservas, en el caso de perder la metrocard puedes recibir un duplicado sin coste para el resto del mes.

El metro es sin duda mi medio favorito de transporte y sirve para mucho más que visitar el centro. Con las líneas D, F, N, Q en una hora y media aprox. se puede llegar a Coney Island (al sureste de Brooklyn) donde además de la playa está el parque de atracciones de NY que reconoceréis por la cantidad de películas en las que lo habréis visto. La montaña rusa es de madera y tiene unas bajadas interminables. Además está el Nathan´s original, donde se celebra cada año el concurso de quién come más perritos calientes ¡una locura!


Consejo: El metro de NY está permanentemente en obras así que es frecuente que haya alguna estación cerrada, algún tren con cambios de horario, etc. Para estar al tanto de los cambios lo mejor es entrar en la web de la MTA para informarse www.mta.info

Viajar en metro es una experiencia muy recomendable ya que nos enseña otra cara de la ciudad: los músicos de gran calidad que tocan en algunas estaciones, otros con no tanta que se cuelan a cantar para pedir en los vagones, locos que entran predicando el fin del mundo, etc. Los lugareños son capaces de aislarse en una burbuja e ignorar a todo lo que les rodea, así que a los turistas se nos nota enseguida que lo somos porque todo nos llama la atención.

Bus: Generalmente recorren la ciudad de norte a sur y viceversa. Sin conocer la ciudad y sin defenderse en inglés no es muy recomendable ya que los conductores suelen ser un poco serios y siempre con prisas. Aquí tenéis un mapa con las líneas y paradas en Manhattan: http://mta.info/nyct/maps/manbus.pdf

Taxi (yellow cab): hay infinidad de taxis amarillos recorriendo las calles de Manhattan. Casi todos los conductores son inmigrantes de India, Pakistán, etc. y suelen ir hablando por teléfono durante todo el recorrido con un tono tan monótono que a veces parece que están rezando. Los coches son antiguos y suelen estar destartalados, los amortiguadores están destrozados, cosa que es normal teniendo en cuenta que otro de los defectillos de la ciudad es el mal estado de sus calles, especialmente en algunos distritos.

Una cosa curiosa de los taxis es que dependiendo de la hora del día te pueden preguntar si vas hacia el norte (uptown) o hacia el sur (downtown) y en función de eso se pueden negar a llevarte ya que evitan las horas punta de ciertas zonas a la salida de las oficinas y no se arriesgan a irse tarde a sus casas, es lo que tiene trabajar en un sector que no conoce la crisis. Cuidado con los black taxi cabs (taxis oscuros), son coches de “lujo” que ofrecen un servicio público como un taxi pero con mejores coches y mucho más caros.

Si os queréis dar el capricho podéis alquilar una limusina pero tened en cuenta que no tienen precio fijo, oscila dependiendo de la oferta y la demanda así que entre semana y durante las horas del día de menos demanda podréis encontrar las por mejor precio pero pueden llegar a costar unos 100$ la hora o fracción si no elegís bien el momento.

Water taxi (taxis de agua): Son lanchas amarillas que llevan a los viajeros (en grupo) de unas paradas a otras. Para ver los distintos puntos donde se pueden encontrar podéis ver este enlace: http://www.nywatertaxi.com/piers



Existe uno llamado IKEA Express Shuttle que por 5$ te lleva desde el muelle (pier) 11 de Wall Street hasta el IKEA de Brooklyn y si haces una compra de más de 10$ y enseñas el ticket al pagar te descuentan los 5$ de tu compra.

Ferri: Es visita obligada para los turistas ya que es gratuito y une el sur de Manhattan con Staten Island. En el recorrido las vistas de la ciudad y de la Estatua de la Libertad son de las más fotografiadas.  Desde Manhattan se debe tomar en 4, South Ferry, al lado de Battery Park, en el sur de Manhattan.



Para salir de la ciudad también están el tren y los autocares, pero no me voy a extender más por ahora. Ya os lo contaré cuando os hable  por ejemplo de la escapada a Woodbury Common de compras. Hasta entonces espero haber podido ayudar un poquito a los que estén pensando en ir por primera vez ¡no sabéis cuánto os envidio! jeje. Disfrutad vuestro viaje y sacad muchas fotos.

miércoles, 17 de abril de 2013

CUPCAKES DE LIMÓN

Donde vivo ha empezado hace unos días el buen tiempo y eso siempre hace que apetezca algo refrescante. Además me han regalado un montón de limones y naranjas así que me he dicho "vamos a cuidar a esta gente con una buena dosis de Vitamina C" ;-)
Nunca había hecho nada con limón, principalmente porque tengo cierta facilidad para "guiñar el ojo" con los sabores ácidos y amargos, eso lo he heredado de mi madre. 
Un inciso: Eso de guiñar el ojo me recuerda una anécdota de mi infancia, cuando un niño llamado Marcos que era hijo de unos amigos de amigos de mis padres (¿os habéis perdido?) cantaba con mucho salero el eslogan de un anuncio que decía "el mejillón...colorao" acompañado por un tic en el ojo bastante evidente. Y yo que siempre he sido muy "observadora" le miraba atenta porque me llamaba la atención ese tic que le hacía guiñar el ojo. ¿Os imagináis cómo acabó el tema? Efectivamente, Bea con un tic ¡durante meses! y en alguna ocasión alguno se pensaba que le estaba guiñando el ojo a él, no creáis, fue muy duro, jajaja.


Volviendo a la actualidad, esa poca resistencia a los sabores ácidos hace que no me suela arriesgar y vaya a sabores muy dulces directamente pero os aseguro que me ha sorprendido esta receta porque aunque el sabor del limón es fuerte está contrarrestado en su justa medida por el azúcar y el resultado, en conjunto, cupcake+relleno de lemon curd+buttercream de limón es espectacular. Probad, probad, si no me creéis...
 
INGREDIENTES:
(para 12-14 cupcakes)

  •  100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 gr. azúcar
  • 95 gr. harina
  • 5 gr. de levadura química, tipo Royal
  • Ralladura de 2 limones
  • 2 huevos 
 (NOTA: aparte los ingredientes para el relleno y la cobertura)


INSTRUCCIONES:

1.- Precalentar el horno a 180ºC y preparar la bandeja de cupcakes con las cápsulas de papel. También preparamos la harina tamizándola junto con la levadura y la reservamos.
2.- En un bol mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema suave y blanquecina.
3.- Añadimos al bol anterior los huevos y batimos.
4.- Añadimos ahora la ralladura de limón y poco a poco, sin dejar de batir, vamos integrando la harina que teníamos tamizada con la levadura.
5.- Rellenamos con esta masa nuestras cápsulas hasta la mitad o un poquito más (máximo 2/3).
6.- Horneamos durante 12 min. (dependerá de cada horno así que estad atentos) y enfriamos sobre una rejilla para evitar que se condense el vapor en la base y se nos despeguen las cápsulas.


Una vez que tenemos las cupcakes frías ya las podemos decorar. En este caso he decidido rellenarlas de lemon curd o crema de limón (pinchad para ver la receta) y les he añadido una buttercream de limón o crema de mantequilla con limón (ver la receta pinchando aquí).

1.- El RELLENO:
·         Con un descorazonador de manzanas (o un cuchillo de punta) vaciamos el centro de cada cupcake y reservamos el trocito que cortamos.
·         Con una cucharilla rellenamos el agujero que hemos hecho con nuestra crema de limón o lemon curd:


   Por último,ponemos de nuevo la tapa que habíamos extraído. Eso sí, le quitamos la punta inferior para evitar que sobresalga una vez colocada en su antigua posición.



2.- La DECORACIÓN:
·         Preparamos la buttercream de limón siguiendo la receta que podéis ver pinchando AQUÍ y la ponemos en una manga pastelera con una boquilla estrellada grande (tipo 1M de Wilton) y presionando para juntar la mezcla hacia la punta de la manga pastelera para sacar el aire, cogemos la manga poniéndola en vertical contra la superficie de nuestra cupcake y con una presión constante ponemos un poco en el centro y sin dejar de presionar inclinamos la manga 45º y rodeamos el centro.
Os dejo la imagen que conseguí gracias a Jimena de cupcake-jimena que ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras…


 Y el resultado fue éste: