martes, 26 de septiembre de 2017

SALMOREJO CORDOBÉS

Aunque esta receta es más propia del verano la comparto ahora que empezamos con el otoño en España, aprovechando que el veranillo de San Miguel todavía nos da una tregua para alargar los días de calor.
Como ya os anticipé en facebook, mi profe de pilates es cordobesa y me ha dado la receta original. Como quedó claro por los comentarios recibidos, el salmorejo cordobés, el original, no lleva vinagre, aunque en muchas casas se le pone, quizás porque nos resulta un sabor más similar al gazpacho.
El caso es que yo no soy muy fan del vinagre así que me viene genial la receta original.
Probablemente sea una receta habitual en la mayoría de los hogares españoles, aunque os he de confesar que en mi familia nunca se ha comido gazpacho ni salmorejo, no sé si es lo habitual en el norte por el clima, pero lo cierto es que hasta que no me fuí a vivir fuera no conocí ninguno de los dos platos. Y he de decir que sin el gazpacho puedo vivir perfectamente (lamentablemente aborrezco el sabor y el olor a pepino) pero me alegro de haber probado esta receta de salmorejo porque está... mmmmm, ya me contaréis.
Es una receta ligera, sana y que fresquita nos viene genial en esos días de calor. Además si no se le añaden los taquitos de jamón también es una receta apta para vegetarianos así que ya sabéis.




INGREDIENTES:

* 1 Kg de tomates maduros (para conseguir un buen salmorejo tienen que ser buenos, de los que saben y huelen a tomate de toda la vida. En mi caso mezclé tomates pera con tomates carnosos de La Rioja)
* 1 diente de ajo
* 5 rebanadas de pan (usad un buen pan, tipo francés por ejemplo, con una buena miga)
* Aceite de oliva virgen extra
* Sal

INSTRUCCIONES:

1.- Se lavan bien los tomates y se ponen en un bol donde se baten con la batidora de mano. Aquí, ya os adelanto que yo me he saltado un poco la receta original y he pelado los tomates antes de batirlos.



2.- Se cuelan para eliminar los restos de piel y pepitas. Se añade el ajo y se tritura. En mi caso como los había pelado no los pasé por el colador así que uní este paso con el anterior batiendo juntos los tomates con el ajo directamente.

3.- Se añade el pan y se deja unos 10 min para que se empape bien. Después se pasa de nuevo la batidora.



4.- Se añade la sal al gusto y el aceite poco a poco mientras seguimos batiendo hasta conseguir la textura deseada.
Elegid un buen aceite porque lo agradeceréis en el sabor. Yo he utilizado uno ecológico de una cooperativa de Jaén, como no podía ser de otra forma. Como curiosidad os diré que estuve hace poco en Baeza y en Úbeda y nos contaron que en la provincia de Jaén existen actualmente censados 66 millones de olivos, casi nada. No dejéis de ir a visitar la zona porque vale la pena.


 Dependiendo de los tomates empleados y del aceite el color resultante será más rojo o más anaranjado.


Una vez obtenida la textura y el sabor deseado (si es necesario se rectifica la sal), se guarda en frío bien tapado y a disfrutar. Se puede tomar solo o acompañado de unos taquitos de huevo cocido y de jamón. Aunque mi fisio dice que en su casa el salmorejo va indiscutiblemente unido a la tortilla de patata, sin más. Yo ya lo he probado y es una opción muy buena, desde luego. Rico, rico 😋


martes, 11 de julio de 2017

NUGGETS DE POLLO CASEROS (sin gluten y sin lactosa)

¡Hola de nuevo familia! Ha pasado demasiado tiempo desde la última publicación en el blog aunque a través de la página de Facebook hemos seguido en contacto. 

Aunque tengo varias entradas pendientes hoy vuelvo con una receta muy fácil y que nos puede solucionar más de una comida o cena, especialmente si tenemos peques por casa. 
No sé si alguna vez habéis visto en internet algún vídeo de esos que hay sobre las trituradoras de pollitos que a mí personalmente me han espantado y me han dejado con la duda de si verdaderamente las grandes cadenas utilizan esos métodos para fabricar los nuggets. Yo, ante la duda, jamás los he comido fuera de casa ni tampoco se los he dado a mi hija, por si acaso...
El caso es que los nuggets caseros te dan una vez más la tranquilidad de saber lo que comes y están buenísimos.

Como la carne picada de pollo no se suele vender como tal, os recomiendo pedirla en vuestra carnicería con tiempo, ya que al usar la misma máquina de picar la carne que para la ternera, los carniceros suelen preferir que se lo encarguéis para hacerlo a primera hora de la mañana, con tiempo de volver a limpiar la máquina antes de que se les llene el negocio 😜.

Es una receta muy sencilla y muy práctica, ya que en un momento podéis tener un montón de nuggets, de la forma y tamaño que queráis, listos para hacer y/o para congelar por raciones para tenerlos listos siempre que los necesitéis. Al igual que las croquetas y el resto de rebozados, se pueden freir sin descongelarlos previamente así que es uno de esos platos "al rescate" para un día de esos que por el motivo que sea necesitas algo rápido y si es casero, mejor que mejor. En resumen, os traigo una receta fácil, que puede ser sin gluten y sin lactosa, baratita y muy rica. Espero que os guste. 




INGREDIENTES:

  • Pechuga de pollo picada (aprox. 900 gr)
  • 1 tarrina de crema de queso sin lactosa
  • 3 huevos (1 para la mezcla y 2 para el rebozado)
  • pan rallado sin gluten
  • harina sin gluten
  • sal
  • aceite de oliva para freir




INSTRUCCIONES:

1.- En un bol mezclamos la carne picada de pollo con un huevo y con la crema de queso. Añadimos también sal al gusto y mezclamos todo bien con una cuchara.

2.- Añadimos a la mezcla un poco de pan rallado, lo justo para dar un poco de consistencia a la mezcla para que no se desparrame cuando intentemos dar forma a nuestros nuggets.
Para que tengáis una referencia, para los 900 gr de esta pechuga tuve que añadir 10 cucharaditas de pan rallado. No intentéis que quede la masa demasiado consistente porque el rebozado también nos ayudará a darles forma y cuanto menos pan rallado pongamos en la mezcla más jugosos quedarán nuestros nuggets.



3.- Una vez que tenemos la mezcla preparada, ponemos en un plato un poco de harina, en otro huevo batido y en otro pan rallado y con una cuchara vamos tomando pequeñas cantidades de mezcla que pasaremos por los tres platos, en ese orden. Al pasar la mezcla por la harina es cuando le tenemos que dar forma en nuestra mano y después con ayuda de un tenedor lo pasaremos por el huevo y el pan rallado.
Si queréis hacerlos sin huevo también podéis, en ese caso rebajad la cantidad de pan rallado de la mezcla ya que no estará tan jugosa. 




En esta foto os muestro la diferencia entre hacerlos sin huevo (el primero) y con huevo (el segundo)





Se debe repetir el paso anterior hasta agotar la mezcla. En mi caso no suelo hacer los nuggets muy pequeños ya que me resulta más cómodo para calcular las raciones hacerlos un poco más grandes. Algunos parecen hamburguesas jajaja. En fin, que dependiendo del comensal, hago nuggets más grandes o más pequeños. Una vez formados los coloco sobre una bandeja plana para meterlos al congelador. Cuando ya estén congelados o semi- congelados (unas horas después) los podéis pasar a una bolsa que siempre se acopla mejor a los huecos del congelador que la bandeja.


4.- Ya sólo nos queda freir los nuggets en abundante aceite caliente. No tengáis prisa ya que son gruesos y tienen que hacerse muy bien por dentro así que dejad que se doren muy bien por ambos lados




Una vez fritos sacadlos a un plato o fuente con papel de cocina para absorber el exceso de aceite y presentar como más os guste.
Recordad que lo ideal es acompañarlos de una ensalada o algún tipo de vegetal para seguir una dieta equilibrada. Espero que os gusten tanto como a mi peque😉.

¡Hasta muy pronto familia! Disfrutad mucho del veranito y las buenas compañías